Al hojear la lista de inscritos del FIP RISE Australian Open, el torneo que abre el CUPRA FIP Tour 2024, hay un nombre en la línea 12 que destaca más que los demás: Patrick Rafter. Sí, él, la leyenda del tenis, ganador de dos ediciones consecutivas del US Open (1997 y 1998) y protagonista de dos finales en Wimbledon, una de ellas memorable, jugada un lunes y perdida por 9-7 en el quinto set contra Goran Ivanisevic.
Y mientras el croata está en Australia siguiendo a Novak Djokovic, Rafter -que ahora tiene 51 años- está dispuesto a probar suerte en el padel. Sydney acogerá el torneo, en el que Rafter -que obviamente no tiene puntos en el ranking FIP- jugará junto a su compatriota Luke Morland, que tiene dos puntos y es el número 954 del mundo.
Pero puede estar seguro de que el público se volcará con ellos. Rafter, tras haber puesto fin a su carrera competitiva -entre sus éxitos, también la Copa Davis de 1999, año en el que llegó a ser número 1 del ranking ATP durante una semana-, vive alejado de los focos: buscando en las redes sociales, no hay perfiles de Instagram vinculados a su nombre, como escasas han sido las entrevistas que ha concedido. Inolvidables, sin embargo, son su juego de ataque, su saque y volea (que podría utilizar en el pádel) y hasta el protector solar que se aplica bajo los ojos y en la nariz.
La curiosidad por verle en acción en el pádel es enorme, y no será el primer tenista que llega a lo más bajo de un Slam para probar suerte con la 'pala': ya ocurrió con el polaco Jerzy Janowicz, semifinalista de Wimbledon en 2013 y habitual del circuito de pádel de la FIP. Ahora es el turno de Rafter.
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